Saturday, April 28, 2007

Meditación: Vieron a Jesús caminando sobre las aguas

Ha resucitado Cristo, el Señor, que creo el mundo, y que ha salvado a los hombres por su misericordia.

Evangelio:
Jn 6, 16-21
Al atardecer del día de la multiplicación de los panes, los discípulos de Jesús bajaron al lago, se embarcaron y empezaron a atravesar hacia Cafarnaúm. Ya había caído la noche y Jesús todavía no los había alcanzado. Soplaba un viento fuerte y las aguas del lago se iban encrespando.

Cuando habían avanzado unos cinco o seis kilómetros, vieron a Jesús caminando sobre las aguas, acercándose a la barca, y se asustaron. Pero él les dijo: “Soy yo, no tengan miedo”. Ellos quisieron recogerlo a bordo y rápidamente la barca tocó tierra en el lugar a donde se dirigían.

Meditación:

Imaginemos la escena, los apóstoles habían vivido un día completo en compañía del Señor, a la otra orilla del mar de Galilea, habían escuchado su predicación dirigida a la multitud; Jesús había saciado el hambre de aquellas gentes al multiplicar los panes… ahora se encontraban en medio del lago, el viento soplaba y cuando vieron a Jesús se asustaron, tenían miedo.

Es increíble cómo a pesar de palpar los milagros, las curaciones hechas por Jesús, los apóstoles aún tienen miedo. Así somos los hombres, difíciles de convencer. En las inevitables pruebas y dificultades de la vida debemos renovar nuestra confianza en Jesús y no olvidar tan fácilmente que Él es Dios y que está a nuestro lado.

¡Cuánto bien nos hace confiar en Jesús! Un profundo acto de confianza y abandono en Él es capaz de transformar la vida. Confiarse al Señor infunde paz, nos hace reconocer su primacía en nuestra vida y nos abre a la humildad. En el corazón de Jesús encontraremos paz, alivio, alegría, porque su corazón es consuelo y amor para quien acude a Él con confianza.

Reflexión apostólica:

Reflexionemos en cuántos esfuerzos inútiles, cuántos fracasos encontramos cuando ponemos el centro de nuestra vida fuera de Dios, en cambio qué diferencia cuando Él es el primero en nuestra vida.

Propósito:

En todo lo que emprenda contaré con el Señor y le diré frecuentemente, “en ti confío”.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home