Saturday, February 24, 2007

Meditación: Ustedes anulan la palabra de Dios con las tradiciones de los hombres

Viviendo con sinceridad nuestra vida cristiana.

Evangelio:
Marcos 7, 1-13
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los fariseos y algunos escribas venidos de Jerusalén. Viendo que algunos de los discípulos de Jesús comían con las manos impuras, es decir, sin habérselas lavado, los fariseos y los escribas le preguntaron: “¿Por qué tus discípulos comen con manos impuras y no siguen la tradición de nuestros mayores?” (Los fariseos y los judíos, en general, no comen sin lavarse antes las manos hasta el codo, siguiendo la tradición de sus mayores; al volver del mercado, no comen sin hacer primero las abluciones, y observan muchas otras cosas por tradición, como purificar los vasos, las jarras y las ollas).

Jesús les contestó: “¡Qué bien profetizó Isaías sobre ustedes, hipócritas, cuando escribió: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. Es inútil el culto que me rinden, porque enseñan doctrinas que no son sino preceptos humanos. Ustedes dejan a un lado el mandamiento de Dios, para aferrarse a las tradiciones de los hombres”.

Después añadió: “De veras son ustedes muy hábiles para violar el mandamiento de Dios y conservar su tradición. Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre. El que maldiga a su padre o a su madre, morirá. Pero ustedes dicen: ‘Si uno dice a su padre o a su madre: Todo aquello con que yo te podría ayudar es corbán (es decir, ofrenda para el templo), ya no puede hacer nada por su padre o por su madre’. Así anulan la palabra de Dios con esa tradición que se han transmitido. Y hacen muchas cosas semejantes a ésta”.

Meditación:
Jesús nos invita a vivir con sinceridad nuestra vida cristiana y a reflexionar en la necesidad de ser hombres y mujeres coherentes.

La autenticidad es vivir en pensamientos, palabras y obras la verdad de nuestro propio ser cristianos. Ser auténtico no significa ser espontáneo en las reacciones o acciones, sino que ser auténtico es cumplir nuestro deber siempre. Significa ser fieles a lo que debemos ser y hacer, independientemente de si tenemos ganas o no, en la adversidad y en la bonanza, en el sufrimiento y en todo momento. La voluntad de Dios debe ser la norma suprema, por encima de las pasiones y caprichos, de las modas y costumbres del mundo, de las solicitudes del diablo. Tener claro que es bueno lo que me ayuda a cumplir la voluntad de Dios, y malo lo que me estorba.

Ser auténtico cristiano es serlo de verdad y no sólo dar la apariencia. Cuántas personas hay que se dicen cristianos y sin embargo critican o dañan con sus palabras a los otros, se llaman cristianos y van contra la doctrina de la Iglesia que nos invita a vivir abiertos a la vida y a no hacer uso de aquello que va contra la concepción; cuántos dicen ser cristianos y les da vergüenza hablar de Cristo… esa no es autenticidad cristiana.

Otro aspecto de la coherencia cristiana es la sinceridad de vida. Ser sinceros con nosotros mismos, con Dios y con los demás. En este sentido, ayuda mucho la humildad para reconocer nuestras propias faltas o caídas.

Seamos auténticos, seamos hombres y mujeres que, con toda verdad y sin engaños, cumplamos en todo la voluntad de Dios sobre nuestras vidas.

Reflexión Apostólica:
Un obstáculo para ser apóstoles es la vanidad, el respeto humano, el miedo a lo que los demás puedan pensar o decir de nosotros. No dejemos que esto nos paralice y busquemos más bien agradar a Dios.

Propósito:
Hoy me esforzaré en ser verdaderamente cristiano en algún aspecto en el que me sea difícil, ya sea de pensamiento, de palabra o de obra.

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