Sunday, June 17, 2007

Meditación: Mi casa es casa de oración

El hombre que más ha cambiado la humanidad y ha dejado la mejor herencia es Jesús de Nazareth, verdadero Dios y verdadero hombre.

Evangelio:
Marcos 11, 11-26
Después que la muchedumbre lo hubo aclamado, entró Jesús en Jerusalén, derecho hasta el templo, lo estuvo observando todo y, como era tarde, se marchó a Betania con los Doce. Al día siguiente, cuando salió de Betania, sintió hambre. Vio de lejos una higuera con hojas y se acercó para ver si encontraba algo; al llegar no encontró más que hojas, porque no era tiempo de higos. Entonces le dijo: -"Nunca jamás coma nadie de ti". Los discípulos lo oyeron. Llegaron a Jerusalén, entró en el templo y se puso a echar a los que traficaban allí, volcando las mesas de los cambistas y los puestos de los que vendían palomas. Y no consentía a nadie transportar objetos por el templo. Y los instruía, diciendo: -"¿No, está escrito: ´Mi casa se llamará casa de oración para todos los pueblos´? Vosotros, en cambio, la habéis convertido en cueva de bandidos". Se enteraron los sumos sacerdotes y los escribas y, como le tenían miedo, porque todo el mundo estaba asombrado de su doctrina, buscaban una manera de acabar con él. Cuando atardeció, salieron de la ciudad. A la mañana siguiente, al pasar, vieron la higuera seca de raíz. Pedro cayó en la cuenta y dijo a Jesús: -"Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado". Jesús contestó: -"Tened fe en Dios. Os aseguro que si uno dice a este monte: "Quítate de ahí y tírate al mar", no con dudas, sino con fe en que sucederá lo que dice, lo obtendrá. Por eso os digo: Cualquier cosa que pidáis en la oración, creed que os la han concedido, y la obtendréis. Y cuando os pongáis a orar, perdonad lo que tengáis contra otros, para que también vuestro Padre del cielo os perdone vuestras culpas".

Meditación:
La mayoría de los hombres pasan por este mundo sin dejar rastro ni trascendencia. Si analizamos la historia, los que viven para cantar las alabanzas del Señor son los que cambian el mundo y dejan una herencia de la que se benefician los demás. Pensemos en todos los santos. Si queremos trascender, si queremos dejar una herencia, vivamos para Dios y su alabanza como cantamos en el salmo.

El hombre que más ha cambiado la humanidad y ha dejado la mejor herencia es Jesús de Nazareth, verdadero Dios y verdadero hombre. Imitemos y sigamos sus enseñanzas. Principalmente hoy veamos la importancia de la oración, de nuestra oración, la que ahora hacemos. Cristo nos dice que pidamos con fe, seguros de que ya he sido escuchado y se ha hecho como he pedido porque Dios lo puede todo y Dios busca mi bien. Se ha hecho lo mejor para mí en esos momentos.

Propósito:
Hacer un acto de fe en cada una de mis peticiones y confiar en que obtendré eso que he pedido. Perdonar a todos y siempre. Nunca guardar rencor.

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